Salimos haciendo un buen fútbol de toque con pocos errores en el pase y creando bastante ocasiones de peligro. El equipo estaba ordenado y el dominio del esférico era nuestro en un campo de grandes dimensiones en las que un principio nos favorecían estas. La victoria del Guadix se fundamentó principalmente en que los dos goles locales vienen por dos errores nuestros y también sobre todo porque no marquemos en ninguna de las ocasiones que dispusimos, que fueron al menos tres claras.
En la segunda mitad se sacan dos centrocampistas (Alvaro y Palizas) para tener el control de balón, pero no se consigue por nuestras precipitaciones en los pases y porque nuestro juego no es tan fluido como el de la primera mitad. El Guadix a la contra es peligroso y nos hace el 3-0 en una de ellos. Se cambia a Adrián porque tenía una amarilla y además sacar un delantero para darle más profundidad y a Pilla por problemas físicos. El equipo de ahí al final no enlaza ninguna jugada de peligro y anímicamente no responde con lo que permitimos el definitivo 4-0 por nuestra falta de confianza.
El partido refleja claramente que vinimos a por los tres puntos animados por los resultados de los partidos anteriores, pero realmente no juguemos concienciados de que era un partido difícil y eso hizo que no pudiéramos sobreponernos a un resultado en contra en ningún momento del partido.
Realmente era una derrota previsible, aunque no por un marcador tan abultado y es por eso que para empezar la primera vuelta con un mínimo de posibilidades deberíamos ganar nuestro partido en casa contra un buen equipo y así ir sumando puntos en la clasificación para terminar con opciones de evitar el descenso.
Hay que sobreponerse a esta derrota y saber que no eramos tan buenos la semana pasada ni tan malos ahora. Seguimos siendo un equipo que depende únicamente de nosotros para salvarnos y esto se hace entrenando bien y todos y sobre todo estando unidos.
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